El yogur es un alimento fermentado que se consume desde hace siglos, muy valorado por sus propiedades nutricionales: ofrece gran cantidad de nutrientes favorables en pocas calorías. Fuente de calcio y de proteínas de alto valor biológico, este alimento contiene también vitaminas del grupo B y vitaminas liposolubles A y D. A su vez, contiene fermentos lácteos (Lactobacillus bulgaricus y Streptococcus thermophilus), que hacen de él un alimento de sabor y textura únicos y, además, de fácil digestión.  De hecho, numerosos estudios han demostrado que los consumidores habituales de yogur toman mayores cantidades de nutrientes esenciales y sus ingestas se aproximan más a las recomendadas.

A menudo cuesta diferenciar los azúcares que contiene el yogur y, por ello, es muy importante que quede clara la diferencia entre los naturalmente presentes y los añadidos al alimento. En el caso del yogur, contiene de 4 a 6 g de lactosa por cada 100 g de yogur, la lactosa es el azúcar natural presente en el alimento lo que significa que es un azúcar no añadido y no está relacionado con posibles riesgos para la salud.

El azúcar añadido a los alimentos no debe superar el 5 – 10% del total de kilocalorías que se consumen al día. En una dieta media de 2.000 kilocalorías, la recomendación sería no sobrepasar de 25 g a 50 g de azúcar añadido al día (entre 6 y 12 cucharaditas de azúcar).

¿Cómo podemos saber si las cantidades y el tipo de azúcares que consumimos y cómo saber si están dentro de estas recomendaciones? En primer lugar, hay que distinguir qué tipo de azúcar está presente (azúcar natural o azúcar añadido) y en qué cantidad.

En el caso del yogur, si éste está azucarado, tenemos que mirar la información que aparece en la tabla nutricional (100 g): De los azúcares totales que se indican en la tabla nutricional, restamos los gramos correspondientes a la lactosa (entre 4 g y 6 g). La cantidad restante que obtenemos corresponderá a la cantidad de azúcar que ha sido añadido.

  • En 100 g de yogur azucarado: Azúcares totales = 12 g
  • 12 g de azúcares totales – 4 gramos de azúcar lactosa = 7 g de azúcar añadido (*menos de 2 cucharaditas)

La cantidad de azúcar añadido en el yogur ha sido y sigue siendo una prioridad en la elaboración de propuestas con una composición cada vez más adecuada, de acuerdo con las recomendaciones de las instituciones sanitarias. Nuestras acciones se concretan en propuestas como el Plan de Colaboración para la Mejora de la Composición de los Alimentos y Bebidas en el cual trabajamos, de forma voluntaria y coordinada con el objetivo de implementar una reducción del 10% del contenido mediano de azúcares añadidos en el yogur. El Plan, que viene desarrollándose desde 2017 con un primer período de implementación de 4 años que finaliza este 2020, cuenta con la plena implicación de AEFY de tal modo que se alcanzará el objetivo de reducción previsto en el documento.