- El yogur, rico en nutrientes y probióticos, es clave para la salud digestiva e inmunológica.
- A pesar de sus beneficios, el yogur ha sido objeto de mitos y bulos como la relación entre el yogur y el resfriado o su fecha de caducidad.
En la dieta europea, el yogur y los alimentos lácteos juegan un papel esencial. Forman parte de nuestra alimentación diaria, gracias a su gran aporte en nutrientes, múltiples aplicaciones y una beneficiosa contribución a la salud. No solo porque el yogur se trata de un alimento vivo con bacterias beneficiosas para nuestro organismo, sino también porque es una fuente de macro y micronutrientes esenciales, como el calcio, y vitaminas, siendo un perfecto regulador del microbioma intestinal.
Sin embargo, dado que es un alimento común en la dieta de las familias, a lo largo de los años han ido surgiendo bulos y afirmaciones erróneas sobre sus propiedades. Basándose en las guías dietéticas, un recurso de enorme utilidad para tomar decisiones informadas, y la opinión de los especialistas de las organizaciones dedicadas a la producción de estos alimentos, AEFY desmonta algunos de los mitos más habituales entorno al yogur.
¿Tienen fecha de caducidad los yogures? ¿Se corresponde esta con la de recomendación de las tapas?
Los yogures tienen fecha de consumo preferente, que indica hasta qué momento se garantizan las cualidades del yogur, tanto saludables como organolépticas, es decir, que pueden ser percibidas por los sentidos, como el olor y el color.
Las propiedades nutricionales de un yogur pasado de fecha no se modifican, siempre que se conserve en buen estado; sin embargo, los efectos probióticos sí pueden verse alterados, ya que la cantidad de microorganismos del yogur desciende a medida que pasan los días desde su elaboración.
Claro está, los yogures ni duran eternamente ni todos los yogures son iguales, por ello lo ideal es consumirlos lo más cerca posible de la fecha indicada por el fabricante, ya que es el que mejor conoce sus productos.
¿Es malo dejar el yogur fuera de la nevera? ¿Pierde propiedades?
El yogur es un producto fresco, elaborado para ser preservado en frío. De esta forma conserva mejor sus propiedades de seguridad sanitaria hasta la fecha de caducidad indicada por el fabricante, así como sus propiedades nutritivas, la flora probiótica que contenga y las propiedades sensoriales que nos hacen disfrutar del yogur.
Así, el yogur puede soportar unas horas fuera de la nevera, pero la degustación no será tan placentera a temperatura ambiente, aunque será igual de saludable. Si se deja fuera de la nevera por tiempos prolongados, se tornará más acido y hasta puede que se haga perjudicial al favorecer el crecimiento de microorganismos no deseables, por lo que ya no llegará hasta la fecha de consumo preferente indicada en la tapa.
¿Es negativo para la gente acatarrada, o con mocos, tomar yogures?
No existen estudios científicos que demuestren que el yogur, o cualquier otro producto lácteo, empeore los síntomas de un resfriado o incremente la producción de mucosidad en las vías respiratorias. De hecho, tienen efectos beneficiosos en el sistema inmunológico, ya que los probióticos ayudan a mantener una microbiota intestinal sana, lo que refuerza la defensa inmunológica del cuerpo, clave para combatir infecciones como los resfriados.
Además, el yogur es una fuente rica de nutrientes esenciales como proteínas, calcio y vitaminas. Durante un resfriado, el cuerpo necesita nutrientes para mantenerse fuerte y recuperarse, por lo que eliminar un alimento nutritivo como el yogur podría ser más perjudicial que beneficioso.
Cuando nos tomamos un yogur, ¿hay que quitar el líquido que viene en el recipiente?
El líquido transparente que aparece cuando se quita la tapa del yogur es el suero, la parte líquida de la leche que se separa de la cuajada. La cantidad de líquido depende del tiempo que dure la fermentación, ya que cuanto más de ese tiempo pase, más suero subirá a la superficie del yogur.
Este suero, formado mayoritariamente por agua, contiene también nutrientes, como el calcio y el potasio, muy beneficiosos para la salud y el crecimiento. Por ello, se recomienda removerlo para mezclarlo de nuevo con el resto de yogur para poder disfrutar de todos los nutrientes que nos aporta este alimento saludable y saciante.