Los lácteos como la leche, el yogur y el queso son considerados como un alimento fundamental en un contexto de dieta saludable. En el yogur, la presencia de fermentos vivos le confieren características nutricionales específicas, como el hecho de ser un alimento de más fácil digestión y recomendable para personas con problemas para digerir la lactosa. A continuación, te explicamos el por qué.
Datos relevantes sobre la lactosa del yogur:
- ¿Qué es la lactosa? La lactosa es el azúcar naturalmente presente en la leche.
- ¿Por qué el ser humano es tolerante a la lactosa? Gracias a un proceso evolutivo, los humanos adquirimos la capacidad de digerir la leche durante toda la vida más allá de la lactancia materna. La capacidad de digerir la lactosa en la edad adulta se extendió rápidamente a varias regiones del mundo, principalmente en zonas con mayor tradición de pastoreo: Europa, Oriente Medio o África, a diferencia de otras como Asia, en la que esta práctica no era habitual. Hoy, más de 2.000 millones de personas son tolerantes a la lactosa.
- ¿Por qué puede sentar mal la lactosa? En el intestino hay de forma natural una enzima llamada lactasa, la cual se encarga de romper la lactosa permitiendo su digestión. Las personas con problemas para digerir la lactosa tienen una menor actividad de esta enzima, haciendo que no digieran bien la lactosa presente en los lácteos y otros alimentos.
- ¿Todas las personas con intolerancia a la lactosa tienen los mismos síntomas? La ingesta de lactosa no afecta igual a todas las personas intolerantes a ella. La mayoría de personas intolerantes pueden consumir hasta 12 gr. de lactosa al día sin ningún síntoma, pero otras tienen un umbral de sensibilidad mayor y por lo tanto menor tolerancia.
- El yogur, a diferencia de la leche, es un alimento fermentado. Sus fermentos, son capaces de romper parte de la lactosa que contiene el yogur en azúcares más pequeños, facilitando su digestión. Además, los fermentos del yogur llegan vivos al intestino donde ayudan a romper y a digerir su lactosa. La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria afirma que “los cultivos vivos del yogur mejoran la digestión de la lactosa del producto en personas con problemas para digerir la lactosa”, lo que convierte al yogur en un aliado para ellos.
- Hay diferentes grados de mal digestión e intolerancia a la lactosa. En casos de intolerancia estricta se recomienda el consumo de alimentos lácteos sin lactosa para asegurar así el aporte de nutrientes como el calcio de los lácteos
- Para las personas con problemas para digerir la lactosa, introducir yogur puede ser una buena opción para cubrir las ingestas recomendadas de calcio en una dieta equilibrada y saludable. Igualmente el yogur contiene lactosa, por lo que en casos de intolerancia aguda, tampoco es recomendable tomarlos. Para estos casos existen las opciones de yogures sin lactosa y lo más recomendable es contactar con un especialista.
- Para conocer el grado de intolerancia a la lactosa es recomendable ponerse en manos de un especialista que mediante pruebas diagnósticas pueda indicarle su grado de intolerancia y la dieta a seguir.
- La tolerancia a la lactosa varía ampliamente entre individuos con problemas de maldigestión. No se puede determinar un umbral único para todos los intolerantes a la lactosa. Se han descripto síntomas de intolerancia a la lactosa con la ingesta de menos de 6 gramos de lactosa para algunas personas. La mayoría de personas con mala digestión de lactosa pueden tolerar hasta 12 gramos de lactosa al día. Estos 12 gramos se toleran mejor si se toman de forma repartida, con el yogur de ser posible. Para personas con intolerancia a la lactosa, existen en nuestro mercado , las opciones de productos lácteos sin lactosa, que tienen un contenido de lactosa inferior a 01 g /100g de producto, de acuerdo a las directivas de AECOSAN.